La bajada de audiencia del programa “La noche de José Mota” en Telecinco no creo que haya pillado desprevenido a ningún técnico de los profesionales de la televisión. Si acaso a los responsables de Telecinco que a veces dan la sensación de no tener ni idea, aunque sigan cosechando buenas audiencias por la suma de programas en los que fallan y en los que aciertan.
Un programa de chistes de humor no puede estar lleno de repeticiones, de medios gags, de insinuaciones cortadas a medias. Simplemente hay que copiar lo que se hace en la vida normal cuando algún gracioso cuenta chistes o entretienen una velada. Es un constante ir creciendo en humor a costa de no repetir y de engatusar con la palabra y los gestos. Si empezaran sus intervenciones repitiendo los chistes de la cena del pasado viernes, no los aguantaríamos. Aunque los cambiaran de orden o los trocearan para quitarles la paja.
Simplemente que aprendan a copiar lo que ya sabía hacer la Primera y se dejen de tanto estirar 20 minutos de intervenciones nuevas hasta hacer con esta sopa un programa de hora y media.