Me acaban de
avisar que tengo un paquete en Londres, de un familiar mío de Sudáfrica, con
850.000 libras esterlinas, esperando a que lo recoja o a que de las órdenes
oportunas a través de mi email, para que me lo acerquen a mi casa. Tengo una
suerte tremenda, de verdad, todas las semanas me tocan coches, apartamentos en
la playa o se me mueren tíos de América. Estoy sembrado. Ayer mismo un iPad y
un teléfono móvil además de un joven muy simpático que quería darme varios
descuentos en mi tarifa del gas. La gente es buena, en serio.
Yo nunca les
hago caso, pero nada, es que voy sobrado y no quiero abusar, me joroba que me
regalen un BMW, en serio, a mi si no es un Ford Fiesta no me molestan, más que
nada por que no me gusta fardar. Y sobre los descuentos en las facturas del gas
pues es que ya no me lo creo, no sé, que todas las semanas sean capaces de
hacer descuentos sobre una factura me suena a trabajo complejo y no les quiero
hacer pensar.
Pero esto de
las 850.000 libras me lo tengo que pensar, que yo tuve un bisabuelo muy follador
que se fue a las Áfricas e igual dejó descendencia y se me ha muerto ahora
toda. Más que nada por que me gustaría volver a Londres y con la excusa me doy
un viaje. Ya veremos.