Necesitamos tener contactos nuevos casi constantemente. Personas a las que hace mucho que no vemos, pequeñas islas personales que encontramos por los caminos, compañeros aleatorios o amores fugaces.
Pero necesitamos pequeñas pilas que nos recarguen nuestra vida. Todas las personas nos pueden alimentar interiormente, nos pueden recargar nuestras ganas de seguir peleando, de todas se puede aprender mucho.
Además de las personas esporádicas, todos tenemos a alguna persona casi vital que nos motiva a seguir en la lucha, con los que deseamos estar mucho más tiempo que con las demás.
Y en la misma medida tenemos personas negativas que nos producen desazón y ganas de no tenerlas cerca. Por eso es fundamental saber diferenciar y elegir sin miedo. Debemos tener personas a nuestro lado y debemos elegirlas nosotros.