La última vez
que San Google hizo mal su trabajo y rebajó las visitas a mis blog habituales,
cree este para pasar parte de mis entradas futuras, pensando que alguien estaba
frenando no sabía bien por qué motivo, mis textos en los habituales. Y a su vez
abrí otro en la plataforma Wordpress para diversificar.
El tiempo llevó este
blog a cotas suficientes y en dos años creció a unas 350 visitas día. Pero los nuevos
cambio de San Google lo ha posicionado en unas 90 día, es decir menos de 3
veces las que ya tenía desde hacia meses.
Los
algoritmos son lo que son, tienen lo que tienen. Pero jode. Sobre todo cuando
te acostumbras a ver subir un lugar, a tener cada vez más clientes y que de
golpe y sin hacer nada, te los dividan por 4. Jode, si.
No puedes
hacer nada, no depende de ti, o casi no depende de ti. Alguien ha decidido
cambiar sus algoritmos de búsqueda, ha programado un PageRank diferente y te va
hundiendo poco a poco.
Lo primero
que piensas es en mandar a la mierda todo. Pero vuelvo de una reunión con un amigo
en donde me ha contado que ayer, él estuvo con otras 7 personas en un pequeño
congreso en Barcelona. Solo 7 personas. Creo que no tiene ninguna importancia
que San Google me mande mucho o pocos clientes a mi blog, que lo importante es
desahogarme. Así que me siento más libre. Ahora creo que puede mandar a la mierda
a San Google sin miedo a que me quite visitantes. Jodo, ahora me doy cuenta de
que mi blog está alojado en San Google. Perdona chato, no lo quería decir, ha
sido un lapsus. Te quiero guapo.