El PP ya va
resolviendo su problema llamado con el nombre de Bárcenas —no sabemos bien por
qué— poniendo querellas a los realmente culpables. Los periodistas. Son malos
todos, feos y barbudos muchos de ellos.
Cuando la dictadura lo permite no es
necesario meterles querellas a los periodistas, basta con meterlos en la
cárcel. Pero en la democracia, aunque no sea completa, hay que jugar con los
juzgados, que las apariencias también importan para hacer callar a los que
molestan.
Bárcenas no
debe ir al juzgado, no vaya a ser que hable y la jodamos. Es mejor que vayan
los periodistas al juzgado que como no pueden hablar de todo lo que saben por
el secreto profesional, salimos ganando la mayoría, sobre todo el PP a costa de
los periodistas molestos.
No es que a
Bárcenas le tengan miedo, no, es que son amigos y a los amigos no se les lleva
al juzgado, no merece la ocasión molestarles con gastos. Lo malo para el PP es
si El País tiene más datos de los que han publicado o se los hacen llegar como
los papeles ya conocidos, y la jodemos del todo. Siendo tan católicos los del
PP no sé por que no han acudido a confesarse ante los hombres pues la
penitencia sería pequeña y aquí gloria otra vez.
Lo dicho, somos todos unos benditos menos los periodistas que son unos rojos. Todos, también los de El Mundo. Todos menos Bárcenas que ya lleva 3 juicios contra el PP y eso que son amigos.
Lo dicho, somos todos unos benditos menos los periodistas que son unos rojos. Todos, también los de El Mundo. Todos menos Bárcenas que ya lleva 3 juicios contra el PP y eso que son amigos.