Los
desempleados mayores de 55 años estamos en el ojo del desastre con cambios de
normas desde el Gobierno que afectan directamente sobre el futuro laboral y de
jubilación. Ahora endurecen los requisitos para poder acceder al subsidio de
400 euros si no se tiene trabajo ni ingresos superiores al 75%
del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Hasta ahora solo se tenía en cuenta
las entradas del beneficiario. A partir de ahora será la suma de toda la unidad
familiar, dividida por el número de sus miembros.
En
la actualidad hay unos 375.000 desempleados mayores de 55 años que tienen
derecho a esta prestación de los que unos 75.000 se quedaría fuera del nuevo
requisito. Estaos hablando de un ahorro de unos 360 millones de euros al año.
Es
cierto que de no haber dinero para todo hay que optimizar los recursos y los
beneficiarios. Y esta forma es una de ellas, pero se salta el Pacto de Toledo,
se toma indiscriminadamente sin planteamientos que sirvan para crear empleo,
que debería ser el gran objetivo del Gobierno y sin que haya futuro claro de
hasta donde van a llegar los recortes. Este nuevo recorte, si fuera acompañado
de cambios en los últimos periodos de cotización para estos desempleados más
débiles y en periodos más críticos para su futuro, podría ser entendido, pero
siendo un recorte sin más, es un trágala de complicada asimilación. A partir de
los 55 años no se deberían tomar los periodos de desempleo como periodos a
tener en cuanta para calcular la base de la jubilación, así de sencillo. Más si
ya se tienen 30 ó 35 años cotizados para la jubilación.
Si
te quedas desempleado a partir de los 55 años, la gran damnificada será la
jubilación futura.