El robo a los ahorradores chipriotas entre las UE y su propio gobierno sienta las bases de una decisión peligrosa que algunos incluso aplaudirán pero que para la mayoría es abrir una puerta de complicado entendimiento. Lo analizaré en breve, pero de entrada puedo asegurar que es un riesgo nuevo que puede modificar hábitos en las sociedades europeas. Ya está hecho y ahora toca mirar y poner las barbas a remojar.