Tengamos un simple consejo en la relación con los demás como un peldaño fundamental. Aprende a ser buen entendedor. No vale ya con saber razonar bien, además hay que intuir, trasmitir, recoger y escuchar. Hay que adivinar las intenciones de los demás, ser maestro en detectar las buenas y malas intuiciones de todos. Hay que sacar el jugo de todo lo que nos llega a medias, pero si no desciframos no entenderemos más que la mitad.
Aprender a entender a las personas, a sus intenciones. Si son buenas abrázalas, pero ojo, detecta si son malas pues entonces hay que convertirlas en odiosas y abandonarlas. Por eso hay que saber valorar bien lo que nos llega y no equivocarnos, pues los errores se pagan caros y a veces son injustos.