Hasta el Presidente de Italia, Giorgio Napolitano, se ha
lanzado a criticar a los políticos de Italia, a todos, por su incapacidad
manifiesta para encontrar una solución a su desgobierno.
La obligación de todo político es la de aceptar los
resultados que se hayan producido tras unas elecciones, y como nadie ganó en Italia
es obligatorio que se lleguen a acuerdos para gobernar. No verlo así de claro
es de ciegos políticos o de gestores que esperan otra cosa para no respetar los
resultados.
Entiendo que es muy complejo que se llegue a un acuerdo
entre Bersani y Grillo, pero es su obligación conseguirlo. No hacerlo es
peligrosísimo pues da un valor que no tiene a Berlusconi y lleva al caos o a
tener que buscar otro presidente tipo Monti, que no se haya presentado nunca a
unas elecciones. Y eso no es democrático.
Napolitano lo ha dicho muy claro. Él presidirá y tomará
decisiones sabiendo el momento tan grave que sucede en Italia, así que nos
podemos esperar cualquier tipo de movimiento final, si entre Bersani y Grillo
no son capaces de gestionar bien su obligación. Posibilidades tienen, no solo
está la de gobernar un ejecutivo presidido por Bersani, pero para ello hay que
ser responsable y saber que gestionar bien el tiempo es también una virtud.