Hay que curar las heridas interiores hablando más con los cercanos


Todos tenemos por dentro roturas sangrantes, heridas que duelen más o menos, oportunidades perdidas y deseos no cumplidos, y necesitamos curar nuestras heridas interiores tanto o más que las exteriores.

Todos necesitamos abrir nuestras heridas para que reciban oxígeno, aire nuevo, pues compartir los dolores es bueno para su curación.

Tener amigos sirve precisamente para curar las heridas morales, los dolores interiores. Compartir con ellos es vaciarse, es intentar encontrar consuelo y sobre todo es darnos cuenta que nuestros dolores son mucho más comunes de lo que nos creemos.

Compartir es empezar el tratamiento para curarnos de las heridas interiores, de esas que decimos que están metidas dentro del alma.