La Luna siempre la vemos blanca, pero es una mentira más que nos engaña la vista. La Luna es marrón, a veces gris e incluso según cuentan casi se diría que no tiene color lo cual es otra mentira más.
Si un día cayera la Luna desde allí arriba —que todo puede ser— se volvería negra pues dicen que al entrar en la atmósfera se quemaría de tanto calor que hace. Y que de caer sobre nosotros podría quedar enterrada sobre la arena.
Los hay que dicen que no, que es muy grande, que es incluso enorme. Pero yo siempre la veo pequeñita y brillante. No tiene sentido que sea ni negra ni enorme. Lo deben decir para engañar.