Ya dije en este otro blog que la izquierda se tenía que unir
y ponerse a trabajar con urgencia —al menos en Aragón— con más ganas y fuerza. Hay
tímidos pasos, pero son tan leves que los políticos de raza y sillón los desoyen
enseguida.
La sociedad está harta y creo que los políticos de sillón no
han leído nunca qué quiere decir eso. Me da igual si son del PP, del PSOE, de
IU o de CHA. Si no son capaces de entender lo que quiere la gente de la calle,
no sirven para hacer política de gestión. Deben dejar sus partidos políticos,
formar Fundaciones Políticas y dedicarse a teorizar, que es otra manera muy
loable de hacer política. Pero no a gestionar. A gestionar solo se pueden
dedicar los que son respetados por la sociedad, los que son creíbles, los que hoy
ofrecen soluciones y alternativas urgentes pero pensadas desde el entendimiento
social.
Hoy la izquierda del PSOE, que la hay dentro y mucha, debe
tomar las riendas de la queja interna y saltar poco a poco desde sus carnet de partido
hasta conseguir que tome oxígeno su opción política. Es eso o es la nada y la
disolución. Rubalcaba emplea la misma táctica que Rajoy. Esperar a ver pasar los
féretros de sus enemigos, pero lo malo es que el primero va vacío en busca de
su propio cadáver político. Si se tarda mucho en entender esto, vendrán detrás
miles a llevarse todo lo que representa el PSOE que es mucho en la sociedad.
Pero cuidado, que no se fíen los de IU, los del PP, los de
CHA o los del PAR, por poner ejemplos de Aragón, las barbas una vez mojadas y enjabonadas
solo sirven para ser cortadas.