Reunidos Rajoy con los sindicatos y empresarios, queda muy
poco que esperar de un clima muy frío en donde sin duda se van a recibir más
críticas que palabras de entendimiento. Poco se puede hacer si antes de las
reuniones no se van sentando bases de entendimiento o al menos de diálogo.
Hoy Rajoy no ha salido a recibir a la puerta a los
interlocutores. Es decir, empezamos con la frialdad de entrada. ¿Para qué sirve
pues?: efectivamente para decir que se ha intentado pero no se ha cedido. Para demostrar las partes que sirven para algo aunque no lleguen a resultados.
España necesita acuerdos, sobre todo soluciones, pero
también defensa en la medida de lo posible de los derechos adquiridos, aunque
ahora se nos diga mil veces mil que esto es imposible. Simplemente mentira. Hay
interesados en que nos volvamos pakistaníes o trabajadores del Tercer Mundo. Y
lo simple sería decirlo así de claro, pero no se atreven.
¿Es bueno para España que los trabajadores tengan menos
derechos, que cobren menos sueldos, que se pierdan calidades sociales?, ¿es bueno
para España que sus pensionistas cobran menos pensión y que los miedos se
apoderen de nuestros comportamientos?, ¿es posible soportar seis millones de
desempleados y hasta cuando?