Vamos a ponernos 8 reglas sencillas para vivir un poco más felices, pero también para no pedirnos imposibles, para entrenarnos ante la vida. Incluso para vivir de forma más sencilla, sin pedirnos imposibles.
Vive con más sencillez, con más lentitud, saboreando lo que ya tienes.
Utiliza más tu capacidad de amar, a los demás e incluso a tí mismo.
No te preocupes tanto por las pequeñas cosas, por eso son pequeñas.
No odies a nadie, no sirve de nada odiar. Bueno sí, para generar más odio.
Ten más paciencia, es necesario dar un tiempo a cada persona, a cada situación, a cada deseo.
Sé agradecido con quien te acompaña en la vida, está dedicando lo mejor de esa persona a estar contigo.
Sonríe más, es gratis y no es muy complicado.
Cuida tu salud, solo tienes una y es tuya para siempre… hasta que la rompas o se rompa ella sola.