Vamos a realizar un análisis algo más profundo de los datos de empleo que se publicaron este martes 4 de junio de 2013 sobre el paro y las afiliaciones a la Seguridad Social en España.
El mensaje oficial del Gobierno es de optimismo generalizado, que sustenta el hecho de que no vayan a realizarse más medidas estructurales por parte de un gobierno que cree haberlo hecho ya todo. Y es cierto que los datos, en general, son positivos, pero no debemos alzar las campanas al vuelo como si esto ya hubiera acabado.
Si me permitís, voy a ir directamente a los datos desestacionalizados, restando las lógicas subidas en empleo por la estacionalidad del mes de mayo. El paro ha bajado en tan solo 256 personas y la afiliación aumenta en 5.659 personas. Aunque parece poco es el primer dato positivo (incremento mensual) desde febrero de 2008, que se dice pronto. Lo que hacen los datos desestacionalizados es eliminar la evolución cíclica de los datos de empleo para poder fijarnos mejor en la evolución de la tendencia. Para muestra un gráfico, en azul la evolución de afiliados con y sin efecto estacional, del sector servicios.
En términos interanuales, lo que vemos es una caída del ritmo de destrucción de empleo, potenciada, sobre todo, por el sector servicios y, en menor medida, por el sector de la construcción. Si bien todos los sectores reducen el ritmo de destrucción, también hay que reflejar que la industria ha perdido 8.897 afiliados, y la construcción ha conseguido bajar del millón. La mejora recae en el sector servicios y en los 17.005 puestos de trabajo conseguidos (de forma no estacional), lo cual tampoco es inaudito (en junio del año pasado aumentó en 24.000 personas).
Por tanto, si bien el dato agregado es claramente positivo, y marca un record, a nivel sectorial, la cosa no es tan potente.
Aquí podemos ver el la tasa interanual de crecimiento del total de afiliados. Podemos ver como la tendencia ha dejado de caer y la remontada es ya bastante notable, aunque, obviamente, seguimos en tasas negativas.
Si digo que no hay que echar las campanas al vuelo es porque esto ya se produjo en 2010, y actualmente seguimos sin tener un trasfondo de base que pueda sustentar una recuperación económica de forma sostenible.
Por tanto, los datos, sí, son buenos (incluso si eliminamos el efecto estacional de verano) pero tampoco debemos echar ya los fuegos artificiales.
PD: Aquí estoy hablando enteramente de la evolución económica del empleo. Consecuencias derivadas de la reforma laboral y otras cuestiones como la temporalidad deben ser también tomadas en cuenta para evaluar el conjunto. Miguel Puente Ajovín - Caótica Economía