A veces hay gritos potentes, gritos de rabia e incluso casi dolor. Hay gritos que son bofetadas y que se van produciendo por acción de lo agrio de los debates actuales. Todos nos radicalizamos.
Esta pintada es ácida. “Sacar vuestros rosarios de nuestros ovarios” es un grito claro a favor del debate del aborto, de la libertad de la mujer para decidir sobre su cuerpo, su sexualidad y sobre todo el momento de su responsabilidad para ser madre.
La religión es una opción y dentro de ella hay varias alternativas para elegir. Pero ninguna es obligatoria como no lo es tener que abortar. Nadie aborta por gusto, pero menos todavía nadie aborta obligada por que hayan cambiado las leyes. Las mujeres con posibles económicos ya abortaban mucho antes de que se abrieran las leyes para simplificar lo que ya hacían las hijas de los ricos.