La bravura se demuestra peleando contra los bravos. Cuando las adversidades están enfurecidas es cuando mejor podemos demostrar nuestra profesionalidad contra los elementos que nos atacan.
Vivir en una balsa de agua es fácil pero aburrido, no se aprende ni se disfruta de la única vida que tenemos.
Para ser osado y válido ante los retos hay que aprender a moverse sobre problemas y agitaciones, sobre imprevistos y novedades.
Los miedos los tienen todos, pero unos los vences y otros se dejan vencer.