El Papa Francisco I es diferente a los anteriores. Nos lo
avisaban pero sus palabras últimas lo confirman. Ante 1.000 obispos y 8.000
sacerdotes ha ido marcando el nuevo rumbo del catolicismo.
Hay que salir a la calle, marchar en busca de la calle, no
permanecer enclaustrados en las parroquias y los templos, buscando a los más
pobres entre los pobres.
Hay que ir a la favelas y a las villas miserables buscando a
los más pobres, buscando ser más humanos, menos elitistas.
Hay que rehabilitar la política al servicio del bien común,
de la dignidad de las personas, para redistribuir la riqueza, políticos más
éticos y con más humildad social.
Hay que poner en práctica el diálogo, más diálogo y diálogo,
insistiendo en tono bajo pero contundente que hay que trabajar más pero
criticando el poder que hasta ahora existía en la Iglesia para acercarlo a la
iglesia.
¿Cuánto durará este Papa Francisco I?