El Fondo Monetario Internacional publicaba ayer las nuevas previsiones de crecimiento para 2013 y 2014. Los datos para España son chungas. Sí, otra vez.
En otras ocasiones ya he destacado que estas previsiones no hay que tomarlas como una visión de un futuro incierto, pero eso no quita que no sean interesantes por dos razones:
La primera es el signo del cambio en la previsión. Puede que el FMI no acierte en sus previsiones, pero sí que es cierto que al menos intentan fundamentarlas en hechos económicos y que, por tanto, la evolución de las mismas es una variable cuantitativa del aumento o disminución de la confianza en el crecimiento de un país.
Así, si en abril estimaban que España crecería un 0,7% en 2014, ahora estiman un crecimiento nulo del 0,0%. Ni acertaron en abril ni acertarán ahora (y si lo hacen será por suerte). Lo tristemente importante para nosotros es el hecho de que hayan bajado la expectativa de crecimiento, mostrando aun unas grandes reservas sobre la economía española.
La segunda es el sesgo político. El FMI no es solo un servicio de estudios, y está claro que estas previsiones también tienen un sesgo para intentar cambiar el programa político (mirad hacia donde vais, ¡actuad!).
La disminución en el crecimiento es generalizada para todos los países (que caen entre 0,2 y 0,3 puntos. Y esto se debe a la inestabilidad creciente que hemos estado padeciendo estos últimos meses. Si bien muchos datos siguen apuntando hacia la recuperación, la inseguridad no se aleja.
El petróleo está a punto de rozar los 105$ el barril. Hace poco más de dos semanas estaba a 93$, así que la subida es bastante notable. Egipto y sus problemas parecen estar llevándose parte de la culpa, aunque el ascenso ya empezó antes.
Hoy China anuncia que sus exportaciones cayeron un 3,1% en junio con respecto al año pasado. Centradas sobre todo en una caída de las exportaciones a EEUU y Europa de 5,4% y 8,3% respectivamente. China parece estar contagiándose sobre todo de la caída en el consumo e inversión de una Europa (aunque habría que coger todo occidente) de capa caída. Con una espiral de menores importaciones (derivadas de una devaluación basada en bajar salarios y consumo) tendremos una ralentización del comercio y el crecimiento de la economía se resentirá.
Así, el FMI reduce en 0,8 puntos las importaciones de los países desarrollados y baja en 0,2 puntos las de los países emergentes para 2013.
España se va a beneficiar de un buen verano (porque la gente no va a ir a Egipto de vacaciones), pero parece que la vuelta al cole va a ser más difícil de lo que el gobierno español se espera.
Miguel Puente Ajovín @caoticaeconomia
Miguel Puente Ajovín @caoticaeconomia