Lo realizado en Europa con el Presidente de Bolivia, Evo
Morales, retenido en Europa en un ejercicio tosco y absurdo de secuestro
político es un ejercicio de mala política, un error grave que tendrá
consecuencias, una equivocación, un matar mosquitos a cañonazos.
La duda sobre si en su avión transportaba a Edward Snowden
no se puede resolver reteniendo al avión presidencial, que debe gozar del
respeto básico por lo que representa en derecho internacional.
¿Alguien se puede imaginar que un país europeo retuviera o
no dejara volar sobre su espacio aéreo o no dejara repostar al avión
presidencial de EEUU, Rusia, China por poner ejemplos de grandes?
Cuando llegue a su país, Evo Morales, seguro, tomará las
decisiones que crea oportunas, en las que intentará hacer palanca con más
países iberoamericanos. De momento España está al margen.