Admitir la crítica es bueno, saludable, pero a veces increíblemente
escaso y raro. En un museo de Arte Contemporáneo podemos ver este cartel,
cuadro, mensaje, obra de arte.
“El mundo del arte es una puta mierda. Todos son unos falsos
hipócritas hijos de puta”
Ser capaces de colgar este mensaje dentro de una exposición
es un aviso claro de que el Arte es algo más que un intento de agradar a todo
el mundo. No hay “un” Arte, hay muchos y algunos tan escondidos que no los
detectamos. Admitir que no gusta es bueno, incluso da valor a la obra pues
nunca se crea algo para gustar a todos. Es imposible.