En una semana ya tendremos los datos de crecimiento económico de la economía española sobre el segundo trimestre de 2013. Antes, he querido poner un poco en contexto los datos de nuestras exportaciones, el camino por el cual hemos tenido que relegar todo crecimiento mientras nuestra demanda interna se va al fondo del mar.
Lo cierto es que las exportaciones no han ido nada mal en este segundo trimestre de 2013. Junto a una incipiente recuperación económica a nivel europeo en lo que a datos macroeconómicos se refiere, la demanda exterior ha vuelto a resurgir y, si bien nuestras exportaciones no crecen al mismo ritmo que en la recuperación de 2010, tendremos que esperar a ver si siguen mejorando.
Era bastante negativo hace un año, cuando el retorno de una recesión que creíamos haber dejado atrás se volvió a instaurar en el panorama de la Zona Euro, y ahora debo decir que, aun con ciertas dudas, creo que nuestro sector exterior ya ha encarrilado de forma firme una expansión, aunque basada más en el crecimiento del resto del resto de países, y creo que no tanto en una mejora competitiva que hemos intentado realizar en base a reducciones de salarios que no han reducido aun del todo los precios.
Como vemos, las exportaciones a precios constantes (es decir, sin contar el efecto precios), aumentan un poco más del 11%. Si bien los datos mensuales llevan registrando dos meses seguidos con un descenso en el nivel de las exportaciones, el mes de abril pudimos ver un aumento mensual del 8,5% (que es bastante grande), que ha compensado el trimestre. Por otro lado, la variación trimestral ha sido del 4,9%, ligeramente inferior al dato del trimestre anterior, que registró un crecimiento del 5,54% (y como los datos están desestacionalizados debe ser válidos compararlos). Esto es lo que hace que tengamos que coger un poco con pinzas este dato trimestral. Es positivo, pero es mejor no intentar imaginar una tendencia futura.
Sobre esa devaluación interna…
De momento no estamos viendo un proceso consistente de descenso en los precios de nuestras exportaciones pero la tendencia parece claramente querer entrar en terreno negativo, aunque el conjunto del trimestre aun se resiste (por el aumento de abril, derivado sobre todo de los precios sobre los alimentos). Así que nuestras exportaciones corrientes han vuelto a registrar un aumento superior a las exportaciones a precios constantes, y la devaluación interna, a pesar de estar reduciendo los salarios en torno al 8% en el entorno privado, no reduce los precios con tanta intensidad.
La realidad es que si bajan los salarios no es para que las empresas puedan bajar precios (al menos no directamente), sino para que estas puedan tener unos mayores beneficios con los que pagaran la inmensa deuda privada que ostentan.
Sin embargo, poco a poco vemos como, (también en las cifras del IPC), los precios parece querer encarar una cierta deflación y de todas formas el incremento de nuestros precios (de exportación) parece ser menor que el incremento de nivel de precios a nivel Europeo, por lo que estaríamos ganando cierta competencia.
En próximas actualizaciones echaremos un ojo con más detalle a los fundamentos de esta evolución. @caoticaeconomia