Efectivamente, la formación y la educación es el pienso de las sociedades. Necesitamos ser personas preparadas, que vayamos sumando en nuestra formación lo que se va descubriendo para trasmitir a las generaciones futuras cada vez mejor y más pulido conocimiento. Si cortamos la posibilidad de tener mejor formación, trasmitiremos peor formación a la siguiente generación de ciudadanos. Entregaremos "los restos".