Martin Luther King representó la idea, el sueño, la imagen de un país que debía avanzar en sus derechos civiles. Hace 45 años que fue asesinado, muy joven pues tenía 39 años, pero acompañó (desde su liderazgo) el abrir un camino que hoy nos parece imposible de comprender. Pero curiosamente parecidos problemas están ahora en medio mundo provocando guerras. No separados por el color de la piel, sino por la religión y las ideas.
Martin Luther King tuvo un sueño que le costó su asesinato, pero logró que la mayoría de EEUU soñara con él. Había acudido a Memphis a negociar y mediar por una huelga de basureros que se extendía más de dos semanas. Allí fue asesinado para hacer callar a los que defendían los derechos iguales para todos.
Como casi siempre sucede en estos casos, los que gobernaban se escondías detrás de asesinos para modificar la historia. Hay muchas maneras de gobernar y cambiar la historia y no todas (muchas) son legítimas.