El empresario español no se anda con chiquitas. Más bien el
tipo de persona que logra afianzarse en la gerencia empresarial, tras unos años
de estudios pagados por todos a través de los impuestos.
El ejemplo de Panrico es uno de ellos, tal vez el más
simpático, es más curioso, pero simplemente uno más. Trabajan en Panrico
produciendo sus productos más los Donut o La Bella Easo unas 4.050 personas. Lo
que plantea la empresa en su negociación es bonito, digno de hacernos reír. Planteamientos que poco a poco iremos viendo en más empresas. ¿No sería mejor que directamente cerrara y punto pelota?
Pretende despedir a 1.914 trabajadores entre fábrica, venta
y autónomos de los cuales SOLO 75 son altos cargos. Menos de un 4%.
Pero además pretende que el resto se bajen el sueldo entre
un 35% y un 45%, según cargos. Y lo demás son tontadas.
Buscan una suspensión de pagos, pues ya ni han pagado el
sueldo a sus trabajadores por el mes de agosto. Siempre los trabajadores son
los primeros que sufren las decisiones empresariales de los contratados para
jorobar.
Eso si, piensa indemnizar a los despedidos con 20 días por
año, un máximo de una anualidad y encima pagadas en 24 mensualidades.
Sus marcas comerciales son Pan Panrico, Donuts, Bollycao,
Donettes, Donuts, La Bella Easo y Qé!. Panrico, controlada por el fondo
estadounidense de capital riesgo Oaktree, registró una cifra de negocio de 553
millones de euros en 2012, y en los últimos cuatro años ha acumulado unos
números rojos de 700 millones.