Pocas propuestas es más eficaz que muchas propuestas


Efectivamente, a veces la abundancia es un problema. Por lo menos ante la política, una abundancia de propuestas de cambio o de contra reforma es siempre un problema. Además de ser lo más habitual, pues cada gestor desea dejar su particular firma en la sociedad que gobierna.

Pero este error en la política es también un error en la empresa, en la sociedad y sus necesidades, en todo aquello que debemos gestionar.

Siempre hay que plantear propuestas de cambio, para eso gestionamos y nos damos cuenta que todo se mueve, que todo se transforma. Pero la “cantidad” debe ser de un tamaño capaz de ser asumida por todos los afectados. Y para eso hay que saber emplear los tempos, distribuir las reformas, incluso en su anuncio. Saber elegir el momento y aprovecharlo para explicar muy bien las decisiones.

Muchas de las problemáticas no son tanto por las decisiones tomadas, sino por el anuncio de las decisiones que se van a tomar. Sobre todo si la tenemos que modificar antes de su puesta en funcionamiento. Genera mucho más “tic” problemáticos, que simplemente tomarla y anunciarla en ese mismo momento.

Por eso es trascendental plantear pocos cambios pero importantes y que agrupen dentro pequeños cambios, que pasarán mucho más desapercibidos al darse en el contexto de un cambio mayor. Y sobre todo claridad, pedagogía, detalle y explicación, realidad e información. Mucha información dando la cara y explicando.

Muchas reformas, muchas propuestas, son siempre ruido que convierten a gran parte de quien las escucha en personas asustadizas y por ello enemigos que se defienden. Pocas, bien explicadas y mejor planteadas servirá´n para ser entendidas y asumidas. 

La imagen es de este lugar que dejo el enlace.