El acuerdo para Siria auspiciado entre EEUU y Rusia suena a pacto entre inteligentes
caballeros jugadores de ajedrez a los que les importa tres pitos las vidas humanas, con perdón por
la dureza.
Se impone la estrategia política de un conflicto muy complicado que
podría extenderse hasta fronteras imposibles de controlar. Y por eso, unidos y
de la mano, EEUU y Rusia han decidido demostrar que quieren seguir siendo los
dueños de la política mundial, y que lo mejor es que no caiga Bachar el Asad
pues lo que podría venir es peor.
Tampoco admiten como decisión inteligente el atacar y debilitar
en exceso al líder sirio, pero hay que dar ejemplo de unidad y firmeza, así que
se han inventado (con suma inteligencia) exigir la entrega de las armas
químicas a Siria, para destruirlas.
Se han dado cuenta que la única forma humana de volver a venderles
armas químicas es destruirlas. Si las emplea también se les pueden volver a
vender, pero resulta más doloroso.
Tarde se han dado cuenta que toda la extensa zona ha perdido
paz impuesta por la fuerza para pasar a tener guerras libres, en la misma
medida que han ido desapareciendo líderes sátrapas muchas veces impuestos por
las grandes potencias. Por eso ahora juegan a que Bachar el Asad no desaparezca
del mapa político pero al menos esté dominado por ellos.
Israel decía ayer asquerosamente, que la mejor manera de
resolver el problema de Siria y por ende todos los problemas de la zona excepto
el suyo, es dejarles que se maten entre ellos. Cuantas más guerras civiles haya
en la zona, más débiles serán los enemigos de Israel. Y A6f+ movió el que se
creía el líder mundial mientras muchos espectadores aplaudían. Efectivamente, Europa no pinta nada, bueno si, es el que barre y trae los cafés.