La poesía magnifica el amor, ensalza el sentimiento de compartir lo bueno. Con el tiempo va desapareciendo la poesía, el amor, el respeto, la convivencia, la relación.
Un amor excesivo es tan malo si no peor a un amor suficiente. Nadie debemos pedir más de aquello que somos capaces de dar y nunca tampoco más de lo que la otra persona es capaz de entregar. Nuestra medida no siempre es la misma que la de nuestro compañero vital.