Nadie sabe qué es el centro político aunque tanto el PP como
el PSOE dicen representarlo lateralmente e intentan pillar del río electoral de
los votantes centristas.
Lo cierto es que tampoco hay votantes centristas, o casi no
los hay. Incluso en tiempos de la UCD, aquella Unión de Centro Democrático, los
votantes de UCD que les permitían gobernar no eran centristas sino
conservadores con miedo a una Alianza Popular que representaba el franquismo
disfrazado.
Ahora mientras el PSOE juega a quitar la O de obrero de sus
logos para guiñar el ojo a las clases medias, el PP se abraza a la derecha más
rancia en sus decisiones pero sin dejar de lado la sonrisa centrista de lo
necesario.
Nadie quiere ser centrista pero ambos quieren el voto
centrista. Por si existe.
Ahora sería UPyD o Ciudadanos los que ocupan ese espacio
político con gran acierto ambos en su discurso. Pelean por el mismo segmento
social lo que les aconseja a unirse si tienen bemoles e inteligencia política.
Pero en política la inteligencia estratégica es de la misma calidad que la
música militar.
Hoy desde el centro no se pueden ganar elecciones en ningún
país excepto en EEUU y no siempre. Pero si se puede gobernar moviendo sus votos
hacia un lado o hacia otro. Esa es su ventaja.
Ya se sabe que en la misma medida en que el PP intente con
sus guiños el que no surja una extrema derecha que le reste votos y que el PSOE
no pierda mucha sangría hacia IU, es decir, en la medida en que ambos cumplan
con su papel lógico, irá quedando más espacio en el centro para UPyD y
Ciudadanos que utilizaran como sepan o puedan.
Para mi, más importante que la trayectoria ascendente de IU,
lógica pero desgraciadamente no suficiente, será la pelea a muerte que se va a
producir en el centro entre UPyD y Ciudadanos para ver quien lidera y cómo se
reparten los futuros.