Está de moda emprender, sería la recomendación más sencilla para intentar salir de la crisis de empleo y lograr un país algo más capaz. Pero emprender tiene unas reglas muy claras que a veces no empleamos.
Hay que informarse mucho y muy bien. Del tipo de idea, del trabajo, de clientes, del sector, del lugar, de la formación necesaria, de tu competencia.
Es mucho mejor emprender en equipo de dos o de tres personas.
Hay que valorar muy bien con qué persona nos juntamos para emprender, pues se necesita en el equipo mucha capacidad de trabajo y de sufrimiento.
Hay que analizar los costes e inversión y no depender en exceso de las deudas, pues los primeros meses serán muy duros.
Hay que asesorarse del doble de asuntos de los que ahora contemplas. Pero la ventaja es que han crecido mucho los lugares públicos a donde acudir a pedir ayuda en asesoramiento.
Debes creer en tu proyecto. Y debes saber demostrarlo a todos los demás. Si tu no crees al máximo es imposible que nadie te apoye pues ellos creerán menos que tú y no admiten nunca que titubees o dudes de tus capacidades. Se puede dudar de tu financiación, pero nunca de tus ideas, de tus proyectos, de tus capacidades, de tu trabajo.
No es obligatorio emprender, pero si lo haces recuerda que tras cada caída lo importante es levantarte y sacudirte el polvo.