También la publicidad puede ser social, reivindicativa, como gritos al aire buscando respuestas y soluciones. En los últimos tiempos la carcelería de queja, la política, de reforma, desde la calle para la calle, desde organizaciones que no buscan vender sino cambiar, ha aumentado.
La publicidad se ha democratizado y todos debemos aprender a utilizarla y a defendernos de ella. La publicidad también puede ser barata a poco que aprendamos de utilizarla.