Hay que decirle al hambre que se meta con alguien de su tamaño. Hay que decirle a los que provocan el hambre que no es una casualidad sino una causalidad provocada por personas. Hay que decirles a los que provocan el hambre que no irán a su cielo, que alguien les está apuntando en una libreta sus actos y que la vida cambia hasta hacer sufrir a los imbéciles odiosos.
Mientras tanto hay que ayudar a los que pasan hambre. Ayuda en Acción es una opción, pero hay muchas más.