Hay políticos como Alfonso Guerra y otros socialistas de
nombre y edad que no saben asumir que tal vez lo que en 1978 era perfecto o
asumible para poder redactar una Constitución democrática en la España que salía
de la dictadura y estaba plagada de golpistas que asustaban, puede que 35 años
sea revisable o al menos deseable que se vaya adaptando a la sociedad que
cambia. Como decía Miquel Roca ayer, igual hay que alargar las perneras del pantalón según vamos creciendo todos.
De los millones de españoles que votamos aquella Constitución
van quedando cada vez menos. Y se van sumando nuevas generaciones que entonces
no tenían derecho a voto y que ahora deberían gestionar su España. Aun que solo
fuera por eso, por que la sociedad es otra, se deberían entender con lógica
social que puede estar en cuestión algunos flecos de una Constitución que se
hizo bien pues está durando muchos años.
Siempre ponemos el énfasis en los nacionalistas periféricos,
pero desde posiciones nacionalistas de centro. Y en eso los socialistas de edad son
unos campeones. Defender Madrid es defender Andalucía o el sur para ellos, pero España es
mucho más.