Acabado el año 2013 hemos sacado cuentas del empleo y vemos que tenemos en España un total de 22.654.500 personas en edad y disposición de trabajar y 15.467.200 personas inactivas. Es decir, activos, que no todos ellos están trabajando. Los estudiantes son inactivos, pero una personas que no tenga trabajo y esté apuntada en el INEM es considerada activa aunque lleva 10 años sin trabajar.
Esto supone una tasa de actividad del 59,43% sobre los 38.200.000 españoles en edad de trabajar, del total de 47.300.000 españoles. En Europa Central la media es cercana al 70% llegando en algunos países al 80%. Nuestra tasa de desempleo es del 26,03%
¿Se imaginan qué sucedería en España si el 75% de sus 38 millones de españoles en edad de trabajar decidieran querer buscar un empleo y apuntarse al INEM, convirtiéndose en activos?
El último año ha terminado con 267.900 personas menos que se consideren en la encuesta EPA dispuestas a trabajar, por abandono de sus expectativas o por emigración o por vuelta a sus países de origen. Hemos bajado en un año en 211.300 personas de población de 16 años o más. Lo cierto es que en el mismo año en el que hemos bajado en 69.000 personas las que no tienen empleo y lo buscan, tenemos 267.900 personas menos buscándolo o trabajando. Los activos es la suma de los que trabajan más los que buscan empleo.
Estas 267.900 personas activas menos se dividen entre: 211.300 personas que ya no son población en España y 56.600 inactivos más por ponerse a estudiar o dejar de estar apuntados en el paro o por convertirse en pensionistas.
Tenemos según la EPA 16.758.200 personas ocupadas y 5.896.300 personas desempleadas a final de 2013.
Se han perdido 268.500 empleos a tiempo completo y a aumentado el trabajo a tiempo parcial en 81.300 empleos. Un 16,34% de las personas trabajan a tiempo parcial. Tenemos 1.832.300 hogares con todos sus miembros en paro.