Nadie puede parar a la sociedad cabreada con razón. Jugar con la justicia para evitar una manifestación puede suponer que esta sea más mayoritaria y acudan más personas a la misma. Mucho cuidado con jugar empleando a la gente de la calle, pues normalmente quien juega con las sociedades sin mesura, suela salir quemado o lo que podría ser peor, suele quemar todo lo que está cerca.
Calma, mesura, tranquilidad, diálogo, inteligencia política y a veces silencio.