La izquierda no es una religión; o es
una herramienta para servir a los de abajo, a la gente humilde, o no es nada.
Además, no vivimos un momento político de alternancia electoral normal: vivimos
un momento en el que la casta parece unida por los mismos intereses egoístas y
la gente, sin importar su voto o preferencias, está sufriendo un verdadero
despojo.
Una propuesta democrática y patriótica
hoy, es ya rupturista porque dice simplemente: primero las necesidades de la
gente, del taxista que le echa 12 horas al taxi por 800 euros, de la cajera que
cobra 645, del joven expulsado de su país y que crea e inventa fuera, del
trabajador despedido o del pensionista al que le reducen su pensión y los
derechos que tanto nos costó conquistar. Esa gente, haya preferido lo que haya
preferido en el pasado, es nuestra gente, es nuestro pueblo. Y sin ellos no hay
solución.
Entrevista a Pablo Iglesias. Fuente completa aquí.