Estos días están apareciendo unos informes demoledores
contra Siria, país en guerra civil manipulada por todos. En las guerras, la de
la información es la primera que cae. Curiosamente este informe contra el Gobierno de Siria se publica en
los mismos días en que en Suiza se reúnen las partes para intentar buscar una
salida pactada que represente la paz o al menos el final del conflicto bélico que dura ya tres años sobre la población de Siria.
Curiosamente las fotografías sobre las que se apoya el
informe demoledor fueron realizadas casi todas por un desertor de la policía militar
siria que no da su nombre en el informe y del que no se ofrece suficientes
garantías de su imparcialidad. Una sola persona, de parte, y sin identificación
suficiente, publicados en un momento clave para que internacionalmente se tome
en consideración distintas maneras de intervenir para calmar Siria, dando la razón a
unos o a otros. Excesivo barullo. Si sumamos que el informe fue encargado por
el gobierno de Qatar que apoya claramente a los rebeldes contra el gobierno de
Siria, la cosa se vuelve más nebulosa.
Lo que no deja dudas es de lo sangrante de todo tipo de
guerras, más si son civiles, en donde vecinos se torturan y matan por la
posesión de una esquina o de une edificio, empleando todo tipo de violencia.