Yo nunca pensé que Leví tendría representación católica; que
aquel Leví que me enseñaron en la escuela de los Maristas hace tropecientas
décadas como el tercer hijo de Jacob, tuviera una escultura santoral a donde ir
a rezarle. Pero en Valencia me la encontré de bruces. Leví era el hijo que
había dispuesto Jacob como el que le cuidaría toda su vejez, como el hijo que
se haría cargo de su decrepitud.
Rascando en su historia uno se encuentra con que junto a su
hermano Simeón destruyeron la ciudad de Siquem matando a todos los hombres de
la misma como venganza por la violación a una hermana . Caro les salió a
todos los varones. Ciudad por cierto que fue la primera del Reino de Israel y
destruida 22 veces, que también son ganas de jorobarla y reconstruirla. Estaba
situada junto a la actual ciudad cisjordana de Nablus.
Y me enteré también que tras tener tres hijos de nombres
raro de narices (Gersón, Coat y Merari) falleció a los 137 años sin tener ni Seguridad Social ni nada. En estos detalles se está fijando el Partido Popular para
recortarla en España. De las doce tribus que formaron Israel, los levitas o
descendientes de Leví fueron los que se ocuparon del Tabernáculo, los curas o
sacerdotes entre los judíos.