Ahora nos dicen que el avión desaparecido en la zona de Vietnam pudo volar cuatro horas sin dejar rastro. Y pretenden que nos lo creamos sin que nos pongamos nerviosos.
EEUU, China, Vietnam, Indonesia, Tailandia o Malasia están buscando datos que sirvan para explicar lo complejo. Aviones, satélites, barcos, todo sistema capaz de ofrecer alguna luz sirve. Incluso la idea peregrina de que los pilotos estuvieran haciendo marranadas en cabina y destrozaran de una patada accidental algunos controles. El Boeing 777-200 del vuelo MH370 suena muy bonito, era un avión moderno, recién revisado, seguro, experto, dirigido por especialistas con experiencia. En todo según van apareciendo algunas imágenes de chicas guapas en cabina.
Pero ahora se indica que pudo haber volado 3.500 kilómetros sin control, sin ofrecer señales, sin que nadie en el aparato emitiera señales a ningún lugar. Algo que aparece como imposible en las mentes normales. Pero a la vez los satélites espía no han detectado explosión en el aire, ninguna señal de alarma. O no sirven para lo que se pretenden o nos están engañando. Incluso se nos dice que al menos durante 45 minutos estuvo volando sin control pero sin bajas casi de altura. Sin emitir señales pero sin descender de golpe. Como si volara vacío. Para más lío mental algunos familiares aseguran que llamaron a los teléfonos de sus familiares pasajeros y los teléfonos les daban señal aunque no los cogían. También hay quien dice que ha visto los números de los pasajeros conectados a WeChat o QQ, dos servicios de mensajería que requieren internet.
No es que todo sea mentira, es que simplemente la capacidad de engañar es tan inmensa que sabemos que nos están contando lo que realmente les viene en gana. Posiblemente nunca sabremos si el avión fue volado por un misil equivocado, por un terrorista al que se quiere ocultar o por les estertores de un copiloto en el momento de orgasmar.