Cuando hablo de política cada vez me leen menos. En cambio cuando hablo de asuntos temáticos o de artes y luces me van aumentando los lectores como gotas de chirimiri, lentamente pero calando.
Ya no es que cada vez interese menos la política entre los que pasan de esto, sino que incluso entre los fieles de la política hay un cansancio creciendo que les hace abandonar todo lo que huela a sociedad o política. Tan cansados estamos para nada que ya se van rindiendo los más irredentos o se convierten en más violentos los que se caen hacia el otro lado de las posibilidades.
-¿Y que hago yo hablando de esto si no me van a leer?- me pregunto
-Eso digo yo. Voy acabando ya, que les aburro- me respondo yo mismo que soy el único que se va a leer.