Está prohibido hacer ricos a nuestros explotadores. ¿Lo hemos entendido?
Tal vez ahora en que cada vez nos importa menos la sociedad, la política, los demás, los otros, tal vez ahora digo en positivo, nos interese más el arte, la lectura, el sol, las flores, los atardeceres al fresco, el deporte solitario, el sexo sucio o las lecturas de locos, tal vez ahora volvamos a descubrir la poesía y el cine, la belleza y la suciedad, el viajar para perderse y el soñar, el cocinar para la pareja y no comer el plato pues nos entretenemos en otras cosas. Tal vez volvamos a pensar que no es necesario trabajar tanto para tan poco. Que la educación no tiene nada que ver con la formación y que no es lo mismo sanidad que salud. Tal vez volvamos a sacar la silla al patio para esperar a que algún vecino al sol nos entretenga con su vida mientras le enseñamos la nuestra. Tal vez que seamos más pobres esté bien si somos capaces de aprender que lo que debemos evitar es hacer ricos a los enemigos.