Los anuncios han sido siempre un termómetro de nuestra sociedad. Acostumbrados a que en algunos mercados callejeros de Marruecos se vendan falsamente dentaduras nos creemos que eso es solo una actividad de la pobreza, que sin duda lo es, pero también de la propia sociedad.
Este anuncio es de 1920, hace menos de un siglo, y de un periódico de Madrid. Se compran dentaduras y dientes artificiales, de oro, de plata o de platino.