Quien conozca bien Valencia sabe que la iglesia de San Nicolás es especial. Ayer había 14 personas pidiendo en una fila perfectamente ordenada. Quien piense que si en la puerta de una iglesia hay dos o tres personas pidiendo, eso es abuso, que sepan que en San Nicolás de Valencia hay 14 personas pidiendo.
Pero dentro sigue la curiosidad mal pensante. Ayer a las 12 horas había fila para confesarse con un total de dos sacerdotes. Fila de esperar en una sala preparada para confesar.
En el mismo local religioso se juntas 14 pobres y 14 católicos esperando ser perdonados. ¿No es excesivo cinismo? Esto es la España del siglo XXI y se puede comprobar la comparación, pues los pobres de pedir son fijos y me imagino que los pecadores también.