No me gusta que me manipulen, que en explicaciones culturales e históricas me mientan disfrazando la verdad u omitiendo aquellos puntos que son controvertidos y por ello capaces de crear diversas interpretaciones.
Hoy he visitado la Abadía de Sacromonte en Granada. Interesante lugar para conocer algo más la mezcla de religiones entre musulmanes, judíos y cristianos. Pero lugar en manos de católicos pocos dados a explicar la importancia histórica de los judíos y los musulmanes en una tierra donde el catolicismo llegó unos 22 siglos más tarde que el judaísmo, por poner un detalle sobre la mesa.
No me gusta nada que sigamos pensando (y vendiendo) que todas las religiones son muy malas excepto la nuestra, cuando los puntos en común entre todas ellas son múltiples, más todavía si nos adentramos a mirar con ojos neutros los siglos viejos y las formas de las diversas religiones.
Me da igual que los plomos plúmbeos sean falsos (o no) y las reliquias que estaban junto a ellos sean milagrosos. Me da igual saber que estos libros plúmbeos, precisamente lo que dicen, es que los musulmanes son tan buenos como los cristianos y deben estar llamados a entenderse ambas religiones. Me importa poco que la cruz de David esté en innumerables lugares dentro de la Abadía de Sacromonte y se nos diga que no tiene nada que ver con los hebreos aunque en una sobre puerta esté claramente en relieve la estrella de David y en hebreo el nombre de Jesús como profeta y que nos intenten convencer de que todo esto es solo por que esta estrella de David también se empleaba para señalar la sabiduría en una Universidad cristiana de Derecho. Si en los reversos de los plomos plúmbeos esté tallada la estrella de David y sirvió curiosamente para utilizar ese símbolo en la abadía que termino siendo una Universidad privada, se mezclan demasiadas cosas curiosas. Excesivas mezclas de religiones para que de un plumazo nos tengamos que creer que San Cecilio patrón de Granada estuvo enterrado en este mismo lugar, en las cuevas, donde fue martirizado y quemado en los hornos de cal del Sacromonte en el año 55 hasta que se encontraron sus restos junto a los falsos plomos plúmbeos. ¿Unos restos sin ciertos y otros no?