La inmigración española a Europa ya va dando resultados. De momento Manuel se nos ha convertido en Primer Ministro en Francia y Ana en alcaldesa de París. Eso es lo que tiene emigrar, que como se van los mejores siempre hay más posibilidades de que se hagan famosos.
Cuando algún ministro poco popular en España decía que era bueno emigrar creo que se refería a esto, a que poco a poco podríamos copar el poder de Europa pero no desde Madrid sino desde las capitales importantes de Europa. En cuanto haya elecciones libres en Rusia y Ucrania allí que nos iremos a ocupar la obligación de liderar las soluciones para Europa.
Lo curioso es que en ambos casos son socialistas, Manuel o Ana son socialistas y si vivieran aquí igual eran del PSOE y le plantaban cara a Rubalcaba. Manuel sin ir más lejos es mucho más guapo que Alfredo. Ana habla mejor el francés y el inglés que Botella aunque no entienda tanto de café con leche y churros. De momento vamos demostrando que los españoles fuera de su tierra somos capaces de plantar cara al mundo. Si llenamos Europa de emigrantes españoles nos hacemos dueños de esto en plan sorpresa y sin tener que prohibir la siesta.