En España está prohibido que los niños trabajen antes de los 16 años, aunque cada día más nos lo van prohibiendo antes de los 35 años. Pero no es hora de criticar eso. El caso es que los niños los vamos metiendo en las televisiones con calzador para que nos hagan gracias, cocinas, cantes o bailes cuando son tan pequeños que dan pena y un poco de gracia.
Y los padres aparecen súper orgullosos de que con sus hijos nos metan anuncios caros, con sus historias jueguen a contarnos trapos, con sus lloros les hagamos ver que ya no sirven para nada pues no acertaron a dar un paso de baile correcto. Como padres de los hijos somos unos bordes, como espectadores unos cómplices, como gestores televisivos unos empresarios jetas sin los suficientes escrúpulos.
A los niños y jóvenes les estamos diciendo que su futuro pasa por saber meter goles, por aparecer medio desnudos enseñando moda, por contar gracias en la tele o por follarse a alguien famoso. Lo de trabajar duro y con ganas de mejorar nos lo saltamos a la torera, pues creemos que eso ya no está de moda. Lo que ya no está de moda es nuestra sociedad, nuestro país. Amén.