Todos necesitamos estar motivados ante la vida pues de no ser así cualquier tropiezo nos parecerá un grave problema. Pero también es cierto que nuestra sociedad no pone fácil estar motivados todos los días y parecemos vivir en una sociedad del agotamiento, del cansancio crónico.
Normalmente crece el número de personas que sufren estrés, apatía, aburrimiento, depresión y ansiedad. Pero todos estos síntomas se retroalimentan hasta convertirse en enfermedad, logran crecer dentro de nosotros y no podemos vencerlos. Nos dominan en vez de lograr dominarlos.
No es lo mismo tener depresión o ansiedad que tener un día o unos días muy flojos, con desidia y pocas ganas de hacer nada. Es normal en estos tiempos tener un trabajo que no nos complace, que la desidia laboral nos inunde, que nos estamos preguntando constantemente si no sería mejor intentar el cambio.
Efectivamente la respuesta es SI, a veces hay que cambiar de trabajo. Muchas veces solo hay dos soluciones. O cambiamos de empresa o cambiamos de actitud con respecto al trabajo que realizamos. Estar en un desasosiego constante es muy malo para nuestra salud.
Hay que intentar tener tiempo libre y emplearlo en calidaden aquello que nos guste de verdad. Incluso cuando leemos o vemos la televisión hay que saber elegir qué vemos. Encendemos la televisión muchas veces siempre con el mismo canal, pero hay decenas de ellos con unas programaciones variadas. Atrevámonos a cambiar, a buscar alternativas. Si nos gusta leer, cambiemos del tipo de lectura, busquemos algo totalmente destino y probemos.
No es bueno que ante la vida nos sintamos que llevamos encima una gran cruz camino de un calvario ficticio que nadie nos ha programado y que además no sabemos hacia donde va. No es necesario llevar ningún peso extra encima, pues eso nos hace sufrir para nada.
Hay que dedicar mucho más tiempo a lo positivo que a lo negativo. Esto es muy fácil de lograr. Sí, he dicho muy sencillo de lograr. Cuanto te ataque un sentimiento o pensamiento negativo, dile que NO, respóndete tú mismo que NO, que ahora no es momento de ponerte a pensar en eso. Elije en qué quieren pensar. Si separas los pensamientos negativos del resto estás haciendo algo fundamental, aprendes a separarlos, que eso no siempre sabemos hacerlo bien.
Si te separas de lo que negativamente piensas, verás como lograr separar lo que vives entre positivo y negativo. Normalmente vivimos como pensamos, y pensar SI podemos elegirlo.
Busca nuevas metas personales, ilusiónate con algo novedoso, habla solo de palabras y acciones positivas, aguanta el dolor y no lo digas y nunca “lo vendas” a los que te rodean, disfruta más de las pequeñas cosas, utiliza mejor tu tiempo, aprende a saber hacia donde quieres ir.