Las personas con ataques de pánico sufren sus miedos de repente, muchas veces sin ningún motivo aparente, y sin duda sin ningún motivo que entiendan las personas que no lo sufren y que no entienden casi nada de lo que sucede. Enfrentarse a ese momento es terrible para la persona que lo sufre pues la ansiedad se le apodera y aun le agarrota más su defensa. Ellos mismos saben que es ilógico ese comportamiento, pero su cuerpo reacciona así, están pillados por una forma de comportamiento de acción que no pueden dominar.
Si a una persona le viene un ataque de ansiedad en forma de temblor en las piernas, todos los que estamos cerca reaccionamos diciendo que lo controle, incluso pensando que lo puede evitar con facilidad. Pero esa misma reacción de ansiedad o pánico le puede llevar a otras personas a un colon irritable, a unas diarreas en el acto, a un ataque de urticaria, a mareos. Y ante estos síntomas que son el resultado del mismo ataque de ansiedad, ya no reaccionamos los que estamos cerca diciendo que los pueden evitar y controlar. Asumimos que un ataque de urticaria o un colon irritable de golpe, es algo que no se puede controlar.
Todos los miedos se amplifican en un ataque de ansiedad y la razón pierde su manera de defenderte con la lógica de las personas que estamos cerca. ¿Por qué si no, una persona es incapaz de subirse a un avión y en cambio se sube a un coche sin problemas? ¿por qué algunas personas son incapaces de subirse a un estrado a leer una nota y otras en cambio disfrutan desnudándose ante un numeroso público? ¿por qué algunos son incapaces de pensar que tienen una hormiga cerca de ellos y otras personas en cambio disfrutan acercándose a cualquier insecto para fotografiarlo con todo detalle?
Es cuestión de PODER controlar los miedos, los reparos, las ansiedades internas, sean mayores o menores. Es posible que el fotógrafo de insecto sea incapaz de montar en el avión. Pero ninguno elije qué es capaz de controlar y qué no; sino que vamos dominando los miedos y ansiedades o nos van desbordando, según nos va en la vida.