Que los jóvenes sean de izquierdas según los últimos sondeos
les pone a los partidos políticos, pero no sirve de nada. Los que estamos en
las jornadas electorales todo el día presenten y casi ausentes, sabemos que los
jóvenes no van a votar, que son pocos y que el segmento de las personas que si
acuden el día de las votaciones es de una edad elevada. La abstención si
entiende de edad. Que los jóvenes sean de izquierdas engaña los sondeos, así
que o movilizamos a los jóvenes o es una mala noticia. Sería mucho mejor para
la izquierda que fueran los mayores de 40 años los que se hubieran convertido a
progresistas.