Dijo Indira Ghandi: “El mundo exige resultados. No nos cuentes tus dolores del parto, enséñanos al niño”.
Es tan básico que parece ilógico tomar otro camino. No nos expliques lo que te cuesta una innovación, un trabajo, poner en marcha una idea, el camino hasta el triunfo o el fracaso. No nos importa excepto que estemos deseosos en aprender de tu éxito o fracaso. Lo que le importa a la sociedad es el resultado final.
Te valoraremos por el producto y no por el camino recorrido. Luego es tal vez posible que nos interese el camino, pero solo si antes nos ha sorprendido tu éxito, tu innovación, el resultado de tu gran trabajo. Tu vales lo que vale tu trabajo, no lo que costó lograr la meta.